¿Te puedes relacionar con la sensación de estar completamente agotado después del trabajo, y luego encontrar a tus hijos discutiendo sobre quién controla el mando de la TV? Tu respuesta inmediata podría ser intervenir y resolver la disputa rápidamente. Desesperado por un momento de tranquilidad, puede que incluso termines gritando. Sin embargo, es fundamental recordar que somos mucho más receptivos a lo que se nos dice cuando se nos transmite con empatía y comprensión.
Es absolutamente necesario conectarse con los niños antes de corregirlos. Nuestros hijos, especialmente aquellos que han pasado por momentos difíciles, florecen cuando nos centramos en brindarles apoyo y generar confianza. Es más probable que respondan bien a la corrección cuando se establece una confianza sólida y cuando perciben que lo que le estas pidiendo es para su bien.
3 maneras de ayudarte a conectar antes de corregir
Mantener el contacto visual
Establecer contacto visual es crucial, ya que tranquiliza al niño y le hace sentirse reconocido. Al igualar el nivel de los ojos, puedes establecer una conexión más fuerte con tu hijo. Interactuar al mismo nivel cultiva un vínculo, comunicando tu cariño y atención. Si tu hijo se siente cómodo con el contacto físico, poner tu mano en su barbilla también crea una sensación de comodidad durante una conversación difícil.
Sé consciente de tu tono
El tono de voz puede afectar en gran medida la forma en que se percibe un mensaje. Gritar durante una conversación puede disminuir la eficacia de tu mensaje. Si el objetivo es calmar la situación, los mejores resultados se obtienen cuando el tono demuestra una intención amable y se mantiene a un volumen normal.
Conoce el punto de vista de tu hijo
La compasión es ponerte en el lugar de tu hijo y genera confianza que construye una conexión. Al evitar hacer suposiciones, puedes entrar en discusiones con tu hijo de manera justa e imparcial.
Por ejemplo, si tu hijo se muestra visiblemente molesto cuando se le pide que comparta, un buen lugar para comenzar es hacer preguntas como: ¿Por qué no quieres compartir? ¿Este juguete es especial para ti? Cuando tu hijo permanece irritable, es importante verificar si sus necesidades físicas básicas están siendo satisfechas. Quizás tenga hambre, no haya dormido en mucho tiempo o simplemente necesite respirar profundamente. Muchas veces, hay una razón para las crisis emocionales, y llegar a la fuente aliviará algunos conflictos.
Punto clave
En el corazón de la crianza de los hijos se encuentra la importancia inquebrantable de la confianza. La presencia de confianza fortalece las relaciones, influye en las conversaciones y fomenta el sentido de pertenencia. La única forma de generar esa confianza es creando una conexión sólida. Esto conduce al éxito de la corrección y la disciplina.
Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la disciplina y la instrucción del Señor.
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