Aunque la temporada navideña suele ser motivo de alegría, para los niños con problemas de estrés y aquellos que están superando experiencias traumáticas, puede ser una fuente de angustia.
Ya sea que tu hijo tenga más crisis emocionales durante esta temporada o que parezca molesto o triste, aquí tienes algunas ideas prácticas para ayudarte a ti y a tu familia a navegar las fiestas con compasión y gracia.
Crea un entorno de comunicación abierta
Aprovecha este tiempo para conocer mejor a tus hijos y sus historias. Pregúntales cómo han pasado las fiestas anteriores: ¿qué es lo que es importante y significativo para ellos en esta temporada?
Anima a tus hijos a compartir sus sentimientos sobre las fiestas y trata de encontrar maneras de validar sus emociones. Acepta cualquier tristeza, culpa o confusión que puedan estar sintiendo en esta época.
Al enfocarte en la comunicación, estás creando una oportunidad para generar confianza y conexión en la relación entre tú y tu hijo, lo que te beneficiará durante todo el próximo año.
Crea expectativas claras y realistas
Establece un entorno estructurado y rutinario durante la temporada festiva para que tu hijo sepa qué esperar. Asegúrate de incluir tiempo para que descanse y se recargue, evitando que se agote.
Siempre que sea posible, involucra a tu hijo en las conversaciones sobre tus planes festivos, para que esté preparado para lo que se avecina y tenga tiempo suficiente para ajustarse. Esto puede significar permitirle elegir su vestimenta unos días antes o hablarle de lo que puede esperar en cada evento.
Independientemente de lo que haya en tu calendario de fiestas, asegúrate de asistir a cada actividad con expectativas realistas sobre lo que tu hijo puede manejar en esta temporada. Si en algún momento te das cuenta de que están en un lugar y tu hijo se siente sobre estimulado, no dudes en irte temprano o modificar tus planes para apoyarlo.
Incluye a tu hijo en las actividades navideñas
Algunos niños en crianza temporal, bajo el cuidado de un familiar debido a un evento traumático, o que han sido adoptados, vienen de familias con muchas tradiciones navideñas, mientras que otros quizás no hayan celebrado mucho durante esta época del año. Independientemente de lo que elijas hacer con tu familia, permite que tus hijos participen en la decoración y en los preparativos.
Si planeas realizar algún viaje durante estas fechas, inclúyelos en tus planes de viaje e invítalos a tus fiestas familiares. Si es posible, también puedes incorporar una tradición que solían hacer con su familia biológica o preparar uno de los platillos navideños favoritos de tu hijo.
Estos tres consejos deberían ayudarte a ti y a tus hijos a tener una temporada navideña alegre y significativa en familia.
La Navidad puede ser una maravillosa oportunidad para que tu familia crezca junta y cree recuerdos duraderos. Puede que esta temporada no sea exactamente igual a como la han vivido en el pasado, pero esperamos que aún esté llena de alegría, risas, unidad y nuevas tradiciones.
Conclusión clave
Mantén una comunicación abierta y clara con tu hijo durante las fiestas, y asegúrate de establecer expectativas razonables sobre cómo será la temporada.
“Sí, alma mía, encuentra descanso en Dios; mi esperanza viene de él”.
Aplicación
En esta época de recordatorios sobre el inmenso amor de Dios, aprovecha la hora de comer para tener conversaciones sobre cuánto amas a tus hijos.
Amar sin medida facilita tener conversaciones sobre las maneras en que podemos mostrar amor en nuestra vida diaria.
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