Saber cómo conectar con las emociones es una habilidad clave para los niños.
Cuando enfrentamos momentos de incertidumbre o crisis, nuestra reacción natural suele ser protegerlos de la realidad de lo que está ocurriendo. Evitamos hablar del tema, intentamos regresar a la “normalidad” lo antes posible y procuramos que no expresen emociones relacionadas con la crisis.
Si bien esta intención es comprensible, este enfoque a menudo genera más confusión y menos resolución para los niños.
Es fundamental que los niños sepan cómo conectar con las emociones. Sigue leyendo para descubrir por qué es tan importante que los niños sepan conectar con sus sentimientos y cómo puedes guiarlos en este proceso.
Por qué la honestidad es importante
Los niños son como esponjas: escuchan lo que sucede a su alrededor y observan nuestras reacciones. Aquellos que han atravesado experiencias difíciles están aún más atentos a los cambios. Sus cerebros están programados para la supervivencia, por lo que perciben rápidamente cualquier variación en su entorno, como un cambio en nuestro estado de ánimo.
Aunque no siempre comprendan exactamente lo que ocurre, saben que algo no está bien, incluso cuando los adultos intentamos ocultarlo.
Cuando falta información, el cerebro humano recurre a la imaginación para crear historias. Tanto en niños como en adultos, esas historias suelen ser peores que la realidad, lo que puede generar ansiedad y estrés no expresado.
Si intentamos proteger a los niños ignorando el problema, sin darnos cuenta les transmitimos que no somos un lugar seguro para hablar de lo que sucede. También podemos comunicar, involuntariamente, que las situaciones difíciles y las emociones complicadas deben ser ignoradas en lugar de procesadas.
Sé honesto y proactivo con tu hijo
En lugar de enseñar a nuestros hijos a evitar sus sentimientos, podemos enseñarles cómo conectar con sus emociones. Ser honestos sobre lo que está ocurriendo, de una manera apropiada para su edad, es clave. Queremos que nuestros hijos reciban la información directamente de nosotros, en lugar de obtenerla de las noticias que se escuchan de fondo, de amigos o de conversaciones que oyen por casualidad.
Es fundamental comunicarles el problema y, al mismo tiempo, explicarles el plan que, como adultos, tenemos para mantenerlos a salvo. Por ejemplo, podemos mostrarles que hay suficientes suministros y alimentos para cubrir sus necesidades.
También podemos conectar emocionalmente con ellos y hacerles saber que sus sentimientos son válidos. Una forma de hacerlo es identificando esas emociones. Por ejemplo, podemos decir: “No saber exactamente cuándo podremos volver a la escuela o al trabajo puede ser aterrador. No ver a nuestros amigos y familiares nos pone tristes. Mientras tanto, esto es lo que podemos hacer juntos para sobrellevarlo.”
Tómate el tiempo de escuchar las historias que han creado en su mente con la información que han recibido. ¿Qué creen que está pasando? ¿Imaginan que el problema es un monstruo que puede entrar en casa y hacerles daño? ¿Saben que hay cosas que pueden hacer para protegerse a sí mismos y a los demás? Dales espacio para expresar sus sentimientos. Tener esta información puede ayudar a tus hijos a conectar mejor con sus emociones.
Reconoce el miedo y mantente conectado
Para algunos niños, las situaciones estresantes pueden ser un desencadenante. Cuando esto sucede, pueden manifestar conductas negativas. En estos momentos, es fundamental mantenernos conectados con ellos.
El cerebro de muchos niños entra en modo de supervivencia cuando los cambios constantes los abruman. Cuanto más podamos estar tranquilos y presentes con ellos, mejor podremos ayudarles a comprender, de una manera adecuada para su edad, por qué la vida se siente tan diferente.
Lo más importante es reconocer el miedo detrás de su comportamiento. Esto les ayudará a saber que no están solos y que los adultos harán todo lo posible para mantenerlos a salvo. La conexión es clave siempre, pero especialmente ahora. No necesitas tener todas las respuestas; solo necesitas escuchar y validar sus sentimientos.
CONCLUSIÓN CLAVE
Las situaciones traumáticas y los grandes cambios en la vida pueden ser desencadenantes tanto para niños como para adultos. Como cuidadores y padres, es fundamental ser emocionalmente honestos con nuestros hijos para enseñarles cómo conectar con sus emociones de una manera saludable y sanadora.
“No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios”. ~Filipenses 4:6 (NVI)
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