El ajetreo laboral, los constantes mensajes de texto y las interminables tareas del hogar: como padres, tenemos docenas de cosas compitiendo por nuestra atención cada día.
Estas distracciones no facilitan estar presentes con nuestros hijos.
Además de nuestras propias responsabilidades, las agendas de nuestros hijos también están llenas de escuela, tareas, quehaceres, cenas, actividades extracurriculares, rutinas para dormir y más.
Con todas estas obligaciones, puede ser difícil encontrar tiempo para conectarnos de manera significativa con nuestros hijos. Sin embargo, los estudios demuestran lo importante que es ser un padre presente.
Si agregar otra cosa a tu lista de tareas te parece abrumador, no te preocupes: dedicar solo de cinco a diez minutos diarios a conectar con tus hijos puede hacer maravillas en la relación.
El regalo más valioso que podemos ofrecerles es nuestro tiempo y atención. Aquí tienes algunos consejos sencillos para ser un padre más presente.
Cómo mantenerte presente como padre
Muchos de nosotros confundimos ser un padre “presente” con estar ocupado, pero eso no podría estar más lejos de la verdad. Para ser un padre presente, debemos ser intencionales en cómo nos relacionamos con nuestros hijos.
Por ejemplo, si te preparas para tener una conversación con tu hijo—ya sea sobre algo serio o simplemente para ponerte al día con él después de un largo día en la escuela—aquí hay algunas cosas que puedes hacer para que esa conexión se sienta más intencional:
- Guarda tu teléfono y computadora. Si revisas constantemente tu teléfono mientras hablas con tu hijo, parecerás distraído.
- Ponte físicamente al nivel de tu hijo. Si a tus hijos les cuesta hablar con adultos, agacharte y bajar a su nivel puede ayudarlos a sentirse más cómodos.
- Mantén el contacto visual. Esto demuestra que estás realmente interesado en lo que dicen.
- Nombra y reconoce sus sentimientos. Al nombrar las emociones de nuestros hijos, podemos ayudarles a sentirse validados.
¿Hay algo en su vida que le cause estrés, incertidumbre o cambios? ¿Se siente decepcionado o triste por algo? Sé presente en esos sentimientos: no intentes solucionarlos, simplemente acompáñalos. Cuando tu hijo esté emocionado de mostrarte algo, iguala su entusiasmo y únete a su alegría.
Si deseas conectarte con tu hijo durante el tiempo de juego, unirte a la diversión es otra excelente manera de practicar la crianza presente. Ya sea participando en una actividad imaginaria, jugando un juego de mesa o haciendo baloncesto afuera, intenta conectar con tu hijo a través del juego.
Crianza presente durante situaciones estresantes
Estar presente en la relación con tus hijos te permite observar en primera fila lo que sucede en sus vidas. Aunque tu presencia es necesaria en cualquier etapa, es especialmente crucial en momentos de incertidumbre, dolor y transición.
En esos momentos, habla con tus hijos sobre lo que está ocurriendo en su mundo. Usa un lenguaje adecuado para su edad, pero comunícate con ellos. Estar presente implica ser vulnerable, y esa es una de las razones por las que a veces evitamos esta conexión ocupándonos con otras cosas. Prepárate para sentir incomodidad si la quietud y la conexión te resultan difíciles.
Al otro lado de esa incomodidad se halla una conexión y una relación que traen sanidad tanto a nuestros hijos como a nosotros como adultos.
Conclusión clave
Dedica tiempo a estar presente con tus hijos. Elimina las distracciones y elige la conexión en lugar de la ocupación.
“No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos de la carne, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida—, proviene del Padre, sino del mundo.”
Aplicación
Dedica tiempo a jugar un juego intencional con tus hijos mientras aprendes a ser un padre presente.
Piensa, comparte, cuida ofrece a ti y a tu hijo la oportunidad de conocerse mejor, recordando cuánto desea Dios que vivamos en comunidad.
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