“Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.”. ~1 Tesalonicenses 5:18
Con la llegada inminente de esta temporada festiva, practicar la gratitud en familia es una forma poderosa de fortalecer los lazos y crear un ambiente positivo en el hogar. La palabra “gratitud” proviene del latín “gratia,” que también significa “gracia” en ese idioma. Cuando enseñamos a nuestros hijos a recordar las cosas por las que están agradecidos, ¡en realidad los estamos ayudando a ser personas más “llenas de gracia” y más “amables”!
En medio de un año desafiante, puede ser tentador quejarse o enfocarse en lo negativo que nos rodea. Sin embargo, como padres y cuidadores, debemos predicar con el ejemplo y guiar a nuestros hijos para que se enfoquen en lo que sí tienen, en lugar de lo que no tienen. Aquí hay cinco ideas de actividades sencillas que ayudarán a los niños a cultivar una gratitud más profunda en su día a día.
5 formas de practicar la gratitud
Tres cosas
Al final de cada día, cuando te estés preparando para dormir o durante la cena, comparte tres cosas por las que estás agradecido con tus hijos. Asegúrate de que sean cosas fáciles de entender y con las que se puedan relacionar. ¡Aprovecha esta oportunidad para fortalecer su autoestima! Por ejemplo, puedes decir cosas como:
– “Agradezco que esta mañana tuvimos la oportunidad de desayunar juntos.”
– “Me encantó que pudimos compartir el camino a la escuela en el auto. Me encanta pasar tiempo contigo.”
Cuando modelas cómo practicar la gratitud, es mucho más probable que tus hijos sigan tu ejemplo.
Diario de gratitud personalizado
Reúne una variedad de los materiales de arte y manualidades favoritos de tus hijos y compra un diario en blanco para cada uno de ellos. Invita a tus hijos a personalizar la portada como ellos prefieran y dales instrucciones para que escriban acontecimientos grandes o pequeños de su vida que les hayan traído alegría. Puedes hacer de esto un hábito y dedicar tiempo para escribir en sus diarios todos los días después de la cena, o en un momento en que todos estén en casa juntos. Haz de este momento una conversación y hazles preguntas abiertas para darles ideas sobre qué escribir, como por ejemplo:
– ¿Quién o qué te hizo sonreír hoy?
– ¿Qué lograste hoy que vale la pena celebrar?
– ¿Hiciste algo hoy que te dio miedo, pero aun así lo superaste?
Tener un recordatorio físico como este con todas las cosas por las que están agradecidos es una herramienta útil a la que pueden recurrir y leer cuando estén teniendo un día difícil.
Tablero de gratitud familiar
Involucra a todos los miembros de la familia para crear un gran póster, tablero de corchoo un libro de gratitud lleno de fotos, dibujos, recortes de revistas o frases sobre las cosas por las que cada miembro de la familia está agradecido. Este puede ser un proyecto divertido que trabajen juntos durante una semana o que lo terminen en una sola tarde.
Encuentra representaciones físicas de cosas que todos consideren una bendición para tu familia, como buena salud, tener una casa, mascotas, equipos deportivos, vacaciones o viajes memorables que haya realizado, miembros de la familia extendida, etc.
Este ejercicio no solo aumentará la gratitud, sino que también mejorará sus habilidades de comunicación y les ofrecerá la oportunidad de disfrutar de tiempo de calidad juntos.
Notas de agradecimiento
Dedica un tiempo en tu apretada agenda para que tus hijos escriban notas de agradecimiento a las personas positivas en sus vidas. Tal vez sea un amigo que les prestó un oído atento, un adulto de confianza que los inspira de alguna manera o alguien a quien simplemente están contentos de tener cerca.
Esta forma sencilla de practicar la gratitud les permitirá no solo estar agradecidos por su sistema de apoyo, sino también convertirse en un estímulo para otra persona al mismo tiempo.
Participación comunitaria
Anima a tus hijos, especialmente si son adolescentes o están cerca de la adultez, a ofrecer su tiempo como voluntarios o contribuir generosamente a una organización cuya causa apoyen. Esto es especialmente útil para los adolescentes que luchan contra la depresión, la ansiedad o tienen baja autoestima. Cuando ayudan a otra persona, pueden ver que son importantes, que tienen valor y que pueden marcar la diferencia en el mundo. Algunas ideas para esto pueden ser:
– Recolectar regalos de Navidad para niños necesitados durante las fiestas.
– Ayudar a preparar una comida u hornear para una madre soltera en tu vecindario.
– Ofrecer su tiempo en un comedor comunitario o en un evento evangelístico de la iglesia.
Cualquiera de las cinco actividades mencionadas puede tener un impacto profundo en la salud y bienestar no solo de tus hijos, ¡sino de toda tu familia!
Conclusión clave
“El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu.”. ~Proverbios 15:13 (NVI)
Cuando la gratitud es intencional, se vuelve contagiosa. Las investigaciones sugieren que la gratitud está relacionada con una mayor productividad, una mejor salud física y emocional, y una disminución de la amargura, la envidia, el sentido de derecho y mucho más.
Busca maneras sencillas de incorporar la gratitud en tu rutina diaria.
Aplicación
Algunas de nuestras mayores bendiciones son las relaciones que tenemos con los demás.
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