Dile a tu hijo que jugarán Persecución con linternas durante cinco minutos antes de comenzar su rutina normal de la noche. Usa un temporizador si es necesario. Dale una linterna y quédate con la otra.
Di: Ahora voy a apagar la luz. Una vez que esté apagada, enciende tu linterna y apunta hacia la pared. Luego, encenderé la mía. (Apaga la luz.) Ahora decidamos quién será “el perseguidor” en esta ronda. ¿Quieres ser tú primero? (Si tu hijo quiere ser “el perseguidor”, dile que use su luz para perseguir la tuya por la habitación.)
Cuando una luz “atrapa” a la otra, la otra persona será “el perseguidor” en la siguiente ronda. Jueguen varias rondas según el tiempo disponible. Si no tienen suficiente espacio en la pared, pueden usar el techo en su lugar.
Cuando suene el temporizador, invita a tu hijo a iluminar con su linterna algo en su habitación que lo haga feliz o algo por lo que esté agradecido.
Di: ¡Yo también le doy gracias a Dios por ti! Cuando ores esta noche, recuerda agradecer a Dios por tu (objeto que tu hijo mencionó) y por todas las demás cosas por las que estás agradecido.
Comparte la esperanza de la Palabra de Dios y oren juntos.