Cuando tu hijo esté tranquilo y no esté pensando en la tarea (ya sea temprano en la tarde o durante el fin de semana), acércate para hablar sobre el plan para hacer la tarea juntos.
Di: Me di cuenta de que esta semana te has sentido frustrado con la tarea. Sé que no siempre es divertida, pero tengo una idea para que la próxima vez se sienta un poco mejor. Antes de empezar tus asignaciones, quiero que elijas dónde quieres trabajar. ¡Puede ser en cualquier lugar de la casa! Tú decides.
Recuerda a tu hijo que, antes de empezar su tarea, debe elegir dónde quiere trabajar. Si le cuesta decidir, ofrécele dos opciones:
Una vez que haya elegido, revísalo cada 20-30 minutos, según su edad, para asegurarte de que esté trabajando de manera segura.
Una vez que tu hijo termine su tarea, felicítalo y recuérdale que su esfuerzo y actitud han sido agradables a Dios.
Di: Estoy muy orgulloso de ti y de cómo no te rendiste hoy, ¡y tú también deberías estarlo! ¿Pero sabes quién más está orgulloso? Dios. Él quiere que nos esforcemos en todo lo que hacemos, ¡incluyendo la tarea!
Comparte la esperanza de la Palabra de Dios y oren juntos.