Vacía un montón de ropa limpia sobre una cama, silla o sofá. Luego, coloca un pequeño dulce favorito de tu hijo en un bolsillo o calcetín. Después, llámalo para que te acompañe.
Di: Por favor, ven a ayudarme a doblar esta ropa. Incluso he escondido una sorpresa especial para ti, algo que podrás encontrar mientras hacemos este quehacer. Solo hay dos reglas en este juego:
Mientras doblan la ropa, recuérdale a tu hijo que él es como el tesoro escondido en el montón.
Di: Hay mucha ropa en este montón, pero solo una prenda tiene el dulce, ¡así como solo hay un “tú” en el mundo! Dios te hizo muy especial.
Cuando tu hijo encuentre el dulce, recuérdale lo valioso que es.
Di: Eres muchísimo más valioso que cualquier cosa que el dinero pueda comprar. Eso es porque Dios mismo, el Creador de la vida, te diseñó. Así como esa prenda de ropa fue apartada con un tesoro dentro, tú también has sido apartado para lo que Dios tiene preparado para tu vida.
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